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6 de noviembre de 2011

Ser cobarde no te ayuda a nada

El viento te suspira, te susurra y te dice a gritos que la beses, te preguntas porque no lo haces, porque es tan dicifil cuando la vida, el momento e incluso me atrevo a decir la hora era perfecta para hacerlo, lanzarte de una puta vez.
La chica de tus sueños espera a que le des ese beso tan esperado, pero tu te acobardas por miedo. Sentir que sera el unico momento en el que podria ocurrir eso te pone tenso, al abismo de irte corriendo y dejarla ahi plantada. Pero te te deja pensarlo un instante mientras ella abandona su postura para buscar su móvil, en ese momento te das cuenta que mirandole a los ojos sientes algo tan especial que no te perdonarias jamas perderla, asi que le dices. TE QUIERO. Ella se sonroja te mira y cierra los ojos, en ese momento piensas que te toca a ti, tienes k dar ese paso tan grande y aun asi te entra algo de miedo. Pero te arropas de valentia y le das ese beso, duro poco pero tuvo suficiente para saber que si, era ella, la que siempre soñó. Ella solo dijo una frase antes de irse, NO TE QUIERO PERDER. Él se quedó tan féliz de que esas palabras salieran de su boca, que desde ese momento aprendió una valiosa leccion: Siempre arriegaria aunque se diera de frente contra el suelo, pero nunca se acobardaría ante una situacion, ante nada y para nada lo haria.

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